¿Es importante tapar la piscina en invierno?
Conservarla en óptimas condiciones durante todo el año implica mucho más que darle un buen mantenimiento en verano.
El invierno suele ser la temporada en la que no se presta la debida atención al cuidado de la piscina, lo que al final se traduce en pérdida de agua, aumento del consumo químico y un deterioro prematuro de la instalación.
Sabemos que utilizar un cobertor de piscina en invierno es esencial para proteger las piscinas en los meses fríos, pero recuerda que también implica otras muchas ventajas, como una mayor eficiencia energética, menos costes y una vida útil más larga.
En este artículo te explicaremos por qué deberías tener esto en cuenta y cómo tapar la piscina en invierno de forma eficaz.
Cubrir con una lona la piscina en invierno es clave para el mantenimiento excesivo
Tapar con lona la piscina en invierno es una medida preventiva fundamental. Piensa en que durante los meses en que hay más bajas temperaturas la evaporación del agua continúa, aunque a menor ritmo que en verano, por lo que a lo largo del tiempo vas perdiendo agua sin darte cuenta.
Hay que tener muy en cuenta que el viento y los cambios de temperatura pueden provocar pérdidas de hasta varios miles de litros a lo largo de la temporada. Todo eso son gastos.
Un cobertor reduce esta evaporación casi por completo, lo que supone un ahorro de agua notable. Sería muy distinto si pudieras evitar la evaporación y reutilizar la misma al inicio del verano siguiente.
Mantener la piscina cubierta evita la acumulación de hojas, polvo, insectos y residuos orgánicos que favorecen la proliferación de algas y bacterias, lo que hace que también el agua pueda no estar en buenas condiciones cuando termine el invierno.
Otra gran ventaja de tapar la piscina en invierno es que te ahorras muchas horas de limpieza, menos uso de productos químicos y una disminución del riesgo de daños en el sistema de filtración.
Tipos de cobertores para piscina según el uso y el clima: cómo elegir el más eficaz para tu hogar
No todos los cobertores son iguales. Podemos clasificarlos según el clima para el que estén diseñados.
- Cobertores para climas templados: los cobertores solares o isotérmicos son una excelente posibilidad: su función es clave para reducir la evaporación y pueden desempeñar un papel muy importante a la hora de conservar la temperatura del agua. Esto es algo que todos queremos, ya que más tarde puedes tener la piscina a punto si la vas a usar en otoño o primavera.
- Cobertores para climas fríos. En zonas más frías o con riesgo de heladas, los cobertores de seguridad o de invierno suelen estar fabricados con materiales más gruesos y resistentes. Este tipo de cobertores impide la entrada de suciedad y soporta el peso de la lluvia o incluso de pequeñas cargas, lo que garantiza una piscina limpia y segura durante todo el invierno.
Por su parte, las lonas automáticas representan una inversión mayor, pero aportan comodidad y un sellado hermético ideal para quienes buscan la máxima eficiencia.
Los cobertores pueden clasificarse también de otras múltiples formas. Están los que son cobertores transitables, porque permiten andar sobre ellos. Luego se pueden distinguir entre los cobertores altos, con formas rectas y angulares, y los bajos, de poca altura, que incluso permiten el baño interior, existen multitud de modelos de lonas para piscinas.
Ahorro real de agua, energía y productos químicos al tapar la piscina correctamente
Tener un cobertor bien instalado y usado con constancia mantiene la piscina limpia, y como hemos apuntado, implica un ahorro tangible en recursos y costes.
Veamos cómo afecta a estos tres elementos clave (agua, energía y productos químicos):
- Ahorro de agua. Con este tipo de cobertores puedes reducir la evaporación hasta en un 90%. Considera que la principal pérdida de agua en una piscina proviene de la evaporación, y en las zonas con mucho viento puede haber mayor pérdida de agua.
- Ahorro energético. Los cobertores térmicos conservan el calor del agua, reduciendo el consumo eléctrico o de gas en hasta un 50–70%.
- Ahorro de productos químicos: Al evitar la evaporación, también se reduce la pérdida de cloro y otros desinfectantes volátiles.
Instalación segura del cobertor: pasos sencillos y errores que pueden costarte litros y euros
La correcta instalación del cobertor es esencial para garantizar su eficacia. Ten en cuenta estos aspectos si quieres asegurar una instalación correcta.
- Antes de colocarlo, conviene limpiar el agua y ajustar el pH, ya que cualquier desequilibrio puede favorecer la aparición de algas durante el invierno.
- Una vez listo, el cobertor debe colocarse sin arrugas, asegurándose de que quede bien fijado con tensores o anclajes para evitar que el viento lo levante o permita la entrada de suciedad.
Uno de los errores más comunes es dejar huecos o permitir que se acumule agua sobre la lona. Esto puede dañar el material e incrementar la presión sobre la estructura de la piscina.
Revisar el cobertor cada pocas semanas, especialmente después de lluvias o vientos fuertes, incrementa las posibilidades de garantizar su correcto funcionamiento.
Desde Toldos Lucas te invitamos a tener en cuenta la importancia de tapar la piscina en invierno para ahorrar más y mejorar su mantenimiento.
Contacta con nosotros para solicitar una lona o cobertor para tu piscina según tus necesidades.
General Manager en Toldos Lucas en Zaragoza.
Estudié Administración y Dirección de Empresas en ICADE y comencé en Toldos Lucas como ayudante de instalación.
Con los años pasé por puestos técnicos y comerciales hasta que en 2014 asumí la gerencia, donde sigo trabajando para hacer crecer la empresa día a día.
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